sábado, 20 de marzo de 2010

Helicópteros y aviones de ataque en la Aviación Naval de Chile. Parte II

En el primer capítulo se mostraron los orígenes de la Aviación Naval de Chile, como fue incorporando sus primeras aeronaves y como se fue desarrollando su institucionalidad hasta su consolidación definitiva. Ahora corresponde revisar los medios aeronavales de ataque que incorporó entre la década del 60 y del 80.

A finales de la década del 70 comienza un nuevo periodo de la Aviación Naval producto de las importantes adquisición de nuevo material aeronaval, forzada principalmente por el conflicto del Beagle, donde Argentina, en un acto de abierta ilegalidad internacional, declaró “unilateralmente nulo” el fallo arbitral Británico –mutuamente acordado- ya que declaraba que la soberanía de las islas Nueva, Pixton y Lenox correspondía a Chile, haciendo pública y evidente su intención de invadir a nuestro país para tomar por la fuerza estas islas, en lo que denominó, “Operación Soberanía”. Es así como en 1976 se renovó el material que cumplía funciones logísticas y a partir de 1978, aquel que desempeña funciones aéreas de apoyo de combate.

I. HELICOPTEROS DE ATAQUE:

Como se señaló en el capítulo primero, los primeros helicópteros con que contó la Aviación Naval fueron los Bell 47-G que llegaron en 1954 y operaron en los cruceros clase Brooklin O’Higgins y Prat. Luego de esta primera experiencia, en las décadas del 60 y 70 se irán incorporando nuevos modelos de helicópteros pero dotados con capacidad de ataque, principalmente para la lucha antisubmarina.

1. Los Sikorsky y el “Escuadrón Antisubmarino”: A principios de la década de los 60 llega nuevo material a la Aviación Naval en virtud de un acuerdo con los EE.UU, incorporándose dos helicópteros Sikorsky SH-34J, aeronaves de avanzado desarrollo tecnológico para la época y que contaban con capacidad de lucha antisubmarina, los primeros medios aéreos con capacidad ofensiva con que contó la Armada desde 1930. Estos helicópteros recibieron la denominación de SH-32 y las matrículas N-51 y N-52.

Con la recepción de estos helicópteros antisubmarinos se creó en 1962 el primer Escuadrón Aeronaval, denominado “Escuadrón Antisubmarino”, dependiente operativamente de la Escuadra. Sin embargo, aunque se trataba de aeronaves de excelentes capacidades operativas, resultaron algo complejas para la capacidad de apoyo logístico institucional, lo que llevó a retirarlas después de breves años de operación.

La relevancia de estos helicópteros, es que fueron las primeras aeronaves de la Aviación Naval de Chile dotadas de equipos antisubmarinos, y con su operación, la institución logró obtener importantes experiencias en guerra antisubmarina (ASW).

Foto del Sikorsky Nº N-51 subida por AlfaRomeo1 a Base naval.

Foto del Sikorsky N-52 subida por Dicc93 a Base Naval.

Foto de los Sikorsky N-51 y N-52 subida por AlfaRomeo1 a Base Naval.

Foto de un Sikorky sobrevolando al crucero Capitán Prat sacada del blog Achyotros.

Foto del Sikorsky N-52 sobrevolando una de nuestras Lanchas Torpedera camufladas subida por AlfaRomeo1 a Base Naval.

Foto que no deja de ser curioso por cuanto el texto del que saque la información indicaba que estos helicópteros fueron retirados prontamente y hasta donde tengo entendido las torpederas fueron pintadas con camuflaje en la crisis del Beagle con Argentina, finales de los 70... ¿¿??.

2. Los Bell 206: Luego del paso de los Sikorsky, a fines de la década del 60 se incorporaron cuatro helicópteros Bell 206 SH-57 Jet Ranger, siendo éste el primer material propulsado por motores a turbina.

No he encontrado mayor información sobre las funciones que habrían cumplido estos helicópteros pero hay una inédita foto de un Bell-206 portando un torpedo subida al foro ChileArmas que revela que contaban con capacidad de lucha antisubmarina (ASW). Estos helicópteros habrían operado embarcados en las fragatas misileras clase Lenader Condell y Lynch, además, en algunos foros se indica que también habrían sido vistos embarcados en los destructores Clase Summer Portales y Zenteno. De haberse empleado a los Bell 206 como helicópteros de lucha antisubmarina ignoro cuantos cumplieron ese rol y durante que periodo de tiempo lo hicieron.

Foto de Bell 206 N-31 sobre la cubierta de vuelo de la fragata clase Leander Condell en sus primeros años de servicio. Foto tomada de la página del del libro "La Aviación Naval en Chile" de Carlos Tromben, subida por Mighty_B a Base Naval.

Foto de Bell 206 N-38 armado con un torpedo subida por F-4 a ChileArmas.

3. Los Alouette III y el Escuadrón de Helicópteros de Ataque HA-1: La renovación de los helicópteros de ataque estuvo directamente determinada por la renovación de parte de la Escuadra que incorporaría nuevas unidades dotadas de cubierta de vuelo y hangar para operar con helicópteros; En 1974 y 1975 habían llegado desde Inglaterra las dos fragatas misileras Clase Leanders, PFG-06 Condell y PFG-07 Almirante Lynch, las que poseían cubierta de vuelo y hangar para operar con helicópteros livianos; En 1974 se incorporaron a la Escuadra los dos destructores clase Summer DD-16 Ministro Zenteno y DD-17 Ministro Portales que también poseían cubierta de vuelo y hangar para un helicóptero; En 1971 había llegado el Crucero Latorre (2º), que si bien poseía cubierta de vuelo para recibir un helicóptero, no contaba con hangar.

De las antiguas unidades de la Escuadra aun en servicio que podían embarcar helicópteros estaban los dos cruceros clase Brooklyn Prat y O’Higgins que habían llegado en 1951 y poseían cubierta de vuelo pero guardaban a los helicópteros bajo su cubierta (En el lugar donde se almacenaban los cuatro hidroaviones que portaba en su configuración original). Además, algunos buques auxiliares también podían operar con helicópteros. Sólo como dato, la primera unidad de la Escuadra que además de la cubierta de vuelo poseía un hangar diseñado especialmente para transportar un helicóptero fue la fragata Leander PFG-07 Almirante Condell, incorporada a nuestra Armada en diciembre de 1973.

Hasta la década del 60 sólo dos unidades de la Escuadra podían operar con helicópteros embarcados, pero con las nuevas incorporaciones, a mediados del 70 habían seis unidades habilitadas para embarcar helicópteros. Este notable incremento es lo que hace necesario aumentar y mejorar el ala rotatoria de la Aviación Naval. Por tal motivo, en 1977 se compraron en Francia diez unidades SH-9 Alouette III SA 319B, que comenzaron a llegar a nuestro país a partir de 1978. Al igual que los Sikorsky, pasaron a formar parte de la Escuadra sirviendo como complemento a las funciones de exploración y como vectores de armas antisubmarinas, contando además con cierta capacidad de ataque antisuperficie.

El Alouette III estaba provisto de un radar situado en la parte frontal de la cabina, que le da su peculiar aspecto. En su función de ataque podía ser equipado con el torpedo ligero Mk-44 para la lucha antisubmarina (ASW), y con un lanzador de cohetes para la lucha anti-superficie (ASuW).

Mediante resolución C.J.A. Ord. Nº6748/10 vrs. de fecha 12 de julio del 2000 se establece el 12 de mayo de 1977 como la fecha de creación del Escuadrón de Helicópteros de Ataque HA-1 de la Aviación Naval, así como también la del Escuadrón de Exploración Aeromarítima VP-1 y del Escuadrón de Propósitos Generales VC-1. Por lo que los helicópteros Alouette III son los que dan origen y existencia a este Escuadrón que se mantiene hasta nuestros días, ahora, integrado por los SH-32 Cougar.

A poco de incorporados, uno de estos helicópteros, el Alouette III N-62, sufrió un grave accidente nocturno ocurrido el 04 de julio de 1978 mientras despegaba de la fragata Lynch en la Bahía de Valparaíso, donde fallecieron los dos pilotos (Víctor Tapia y René Neumann) pero otros dos tripulantes salvaron con vida.

A finales de los 80 se materializó la renovación de estos helicópteros, que fueron reemplazados en algunos roles secundarios por material MBB-BO-105, y en su función de ataque, fueron totalmente reemplazados a principios de los noventa con la llegada de los SH-32 Cougar, aunque algunos continuaron operando hasta finales de esa década.

Foto del Alouette III N-63 armado con un torpedo ligero Mk-44 exhibido en una de las primeras FIDAE realizadas en El Bosque (principios de los 80). Foto subida por Marq51 en Base Naval.

Foto del Alouette III N-67 armado con un torpedo ligero Mk-44 subida por DDD_64 al foro Naval.

Foto del Alouette III N-67 con un lanzador de cohetes, por ello se menciona que tenía “cierta capacidad antisuperficie”. Foto subida por SSBN en Base Naval.

Foto de Aloutte III en vuelo subida por Dicc93 en Base Naval.

Foto de Alouette III volando junta a una fragata Lenader subida por SSBN a Base Naval.

Alouette III embarcado: Como ya se señaló, los helicópteros Alouette III fueron adquiridos para ser embarcados en las nuevas unidades de la Escuadra; las dos fragatas misileras clase Leander, los dos destructores clase Summer, así como también en los dos viejos cruceros clase Brooklin. En la década del 80 hubo otra renovación parcial de la Escuadra incorporándose los destructores clase County; el Capitán Prat en 1982, el Cochrane en 1984, el Almirante Latorre en 1986 y el Blanco Encalada en 1987, que poseían cubierta de vuelo y hangar para operar con helicópteros medianos. Los Alouette III también fueron embarcados en estos destructores, donde sirvieron en sus funciones de ataque hasta la llegada de los SH-32 Cougar.

Foto de un Alouette III operando en la cubierta de una de las fragatas misileras clase Leander (Condell o Lynch) subida por Eaglet a Base Naval.

Foto de Alouette III embarcado en la fragata clase Lenader Almirante Lynch en 1987, antes que fuera modificada para operar con los SH-32 Cougar. Foto subida por SSBN a Base Naval.

Foto de Alouette III embarcado en el destructor clase Summer DD-16 Zenteno subida por SSBN a Base Naval.

Foto de Alouette III embarcado en el destructor clase County DLG Capitán Prat subida a SSBN a Base Naval.

Foto de Alouette III embarcado en el destructor clase County Blanco Encalada, ya trasformado en DLH, tomada cuando se encontraba en Isla de Pascua en septiembre de 1998 con motivo de los 100 años de la incorporación de la isla a Chile, lo que revela que aún con la llegada de los SH-32 Corgar, algunos Alouette III se mantuvieron en servicio durante toda la década del 90. Foto subida por SSBN a Base Naval.

II. AVIONES DE ATAQUE:

A mediado de la década del 60 la Aviación Naval adquiere media docena de aviones de instrucción básica Beechcraft T-34 Mentor para la formación de sus pilotos.

Foto de los beechcraft T-34 mentor destinados a la instrucción de los aviadores navales. Subida por Chupacabra710 en Aero Teide.

A finales de la década del 70 –como se ha señalado- hay una importante renovación de material aeronaval incorporándose nuevos aviones de trasporte y vigilancia aeromarítima con una mínima capacidad de ataque antisuperficie.

1. Los P-111: Durante la importante renovación de material de la aviación naval en 1977 se adquirieron a la empresa Brasileña EMBRAER tres aviones EMB-110C Bandeirantes bimotores denominados en la Armada como C-95, a los que se agregaron seis EMB-111 Bandeirantes Patrulha muy similares a los anteriores pero equipados con sistemas de detección electrónica y armados con cohetes, lo que les daba cierta capacidad de ataque antibuque, siendo denominados por la Armada como P-111. Los C-95 fueron utilizados para transponte y los P-111 para exploración aeromarítima y ataque.

Foto del P-111 N-261 con su configuración de colores original subida por SSBN a Base Naval.

Fotografía del P-111 N-262 armado con un cohete de práctica, sobrevolando Iquique en abril de 2006 cuando se realizaba su programa anual de instrucción que incluyó ejercicios de vuelo, ejercicios con las Unidades de superficie, Reparticiones de tierra y con las otras ramas de las FF.AA.. Foto subida por SSBN a Base Naval.

Fotografías más antiguas del P-111 N-261 con camuflaje sobrevolando el puerto de valparaíso con la Escuadra fondeada, subida por Mighty_B a Base Naval.

Foto del P-111 N-263 subida por SSBN a Base Naval.

De los C-95 ya no queda ninguno operativo; uno es utilizado para prueba de motores y los otros fueron desmantelados en beneficios de los P-111.

Foto del C-95 N-109. (EMB 110C Bandeirantes) subida por AlfaRomeo1 a Base Naval.

2. Proyectos para incorporar misiles antibuque aire-superficie. Probablemente por los excelentes resultados obtenidos por la dupla Super Etendard y AM-39 Exocet en la guerra por las Falklands de 1982, en Chile surgió el interés y también la necesidad de contar con aeronaves que pudieran operar con misiles aire-superficie para atacar blancos navales. Es así como en la segunda parte de la década del 80 nacerían dos interesantes proyectos para concretar tal aspiración; el primero fue la Fach y el segundo de la Armada.

a) La Fach y el A-36M Halcón: A principios de 1980 la Fuerza Aérea de Chile (Fach) adquirió a la empresa CASA España doce aviones T-36BB Halcón, versión modificada del CASA C-101 Aviojet conforme a los requerimientos formulados por la Fach. Posteriormente, producto del trabajo conjunto entre ENAER y CASA, se produce una nueva versión del avión CASA C-101 a la que se le mejoró su capacidad de ataque terrestre, la que estuvo lista en 1983, siendo designada como A-36CC Halcón.

El A-36M Halcón fue un proyecto de la Fach iniciado en 1985 que consistía en modificar el A-36CC Halcón para que pudiera cumplir misiones de ataque a unidades navales de superficie, con tal objeto, se le instalaron varios sistemas que le permitiera operar el misil antibuque Sea Eagle de la British Aerospace, de reciente creación. El prototipo del proyecto fue el avión A-36M matrícula Fach-413, que fue presentado públicamente en la FIDAE de 1986 equipado con dos maquetas aerodinámicas del misil Sea Eagle. El avión alcanzó a realizar pruebas de vuelo con los misiles bajo sus alas, pero tiempo después fue cancelado el proyecto. En fuentes no oficiales se cree que la cancelación del proyecto A-36M se debió a la decisión de la Armada de asumir ella el rol antibuque al comprar en Francia 8 Eurocopter AS332 Cougar, equipados con misiles antibuques AM39 Exocet. (Extracto del artículo “CASA/ENAER A-36 Halcón” escrito por Alessandro Bocca P.).

Foto del A-36M Halcón portando dos misiles Sea Eagle subida por Red_Star al foro Zona Militar.

Otra excelente fotografía del A-36M Halcón con sus Sea Eagle subida por Punisher_Ch al foro Razón y Fuerza.

Pese a la poca información existente en torno al proyecto del A-36M Halcón, todo indica que el prototipo de la Fach completó exitosamente todas las pruebas de rigor, puesto que en una edición de junio de 1987 de la revista inglesa Flight International –especializada en temas de defensa e industria aeronáutica- se incluye una breve nota en la que informa que ENAER continua desarrollando el CASA C-101C mediante un nuevo modelo –el A-36M Halcón- que está armado con dos misiles anti-buque Sea Eagle, y lo más importante, indica que la Fach formuló un pedido de 20 A-36M Halcón.

Nota aparecida en la edición de junio de 1987 en Flight International. Ver la original en “Flight”.

b) La Armada y el Falcon 200: Fueron adquiridos por la Armada de Chile a finales de la década del 80, el primero llego en marzo de 1988 recibiendo la matrícula N-301, y el segundo lo hizo el 24 de marzo de 1989, siendo matriculado como N-302. Fueron asignados al Escuadrón de Exploración Aeromarítima VP-1 con base en Viña del Mar, donde sirvieron hasta 1994. El 10 de marzo de aquel año el N-301 fue trasferido al Escuadrón de Servicios Generales VC-1 y finalmente vendido el año 1998, aproximadamente, mientras que el N-302 habría sido destinado para pruebas de motor. El Falcon 200 es fabricado por la empresa francesa Dessault en dos versiones, civil y militar, en esta última se lo emplea principalmente en funciones de patrullaje marítimo, contando además con capacidad de ataque antisuperficie. Foto del Falcon 200 tomada del blog "El Observador Aeronáutico".

Una vez cancelado el proyecto del A-36M Halcón de la Fach, la Armada desarrolló su propio proyecto de dotar a alguna unidad aeronaval de capacidad antisuperficie mediante la incorporación de misiles. El avión escogido por la Armada para tal fin fue el Falcon 200 y no el P-111, empleándose al N-301 para la instalación de los misiles aire-superficie AM-39 Exocet, siendo presentado al público en la FIDAE de 1990. Esta idea de dotar a los Falcon 200 con Exocet fue abandonada y no hay información sobre los motivos de tal decisión.

Fotos del Falcon 200 con Exocet AM-39 durante la FIDAE de 1990. Se alcanza a apreciar que lleva dos Exocet AM-39 bajo una de sus alas, por lo que debería haber podido portar un total de cuatro de estos misíles. (Primera foto subida por SSBN a Base Naval y la segunda, subida por Eaglet a Razón y Fuerza).

Probablemente por la poca información que existe sobre el proyecto, en los foros generalmente se pone en duda que al Falcon 200 se le pudieran instalar Exocet, pero este avión en su versión militar, además de cumplir funciones de vigilancia marítima, puede también ser habilitado para cumplir misiones antisuperfcie y para ello cuenta con 4 pilones de carga bajo sus alas en los que pude portar ametralladoras, lanza-cohetes, bombas y también los misiles antibuque AM-39 Exocet. Incluso la capacidad antisuperfcie del Falcon 200 con Exocet habría sido probada con éxito en combate durante la guerra entre Irak e Irán en la década del 80, donde el 17 de mayo de 1987 la fragata estadounidense de la Clase Oliver Hazard Perry -USS Stark- fue atacada “por error” por una Falcon 200 Iraquí con dos misiles AM-39 Exocet, los que produjeron serios incendios y averías en el buque que casi fue abandonado. Producto del ataque murieron 37 marinos y varios resultaron heridos.

A raíz de este incidente bélico, parece lógico que la Armada, tres años más tarde, haya elegido a sus Falcon 200 para instalarle los Exocet AM-39 y no a los P-111.

Se debe aclarar que si bien el Capitán de Navío Alexander Tavra Checura, en su artículo “Las fragatas ‘Oliver Hazard Perry FFG-7’ de la U.S. Navy” (página 8) publicado en la Revista de Marina, atribuye el ataque a un Falcon 200 iraquí, en varios sitios de Internet se señala que habría sido un Mirage F-1.

COMENTARIOS FINALES:

1. Es en la década del 60 y 70 –fundamentalmente en la última- cuando la Armada comienza a incorporar aeronaves con capacidad de ataque, antisubmarina y antisuperficie.

2. El origen de los helicópteros de ataque de la Aviación Naval operando directamente con la Escuadra parte tímidamente a principios de la década del 60 con los dos Sikorky y el “Escuadrón Antisubmarino”, para consolidarse a fines de la década del 70 cuando se incorporan los diez Alouette III que formarán el “Escuadrón de Helicópteros de Ataque HA-1”, que serán el antecedente directo de la incorporación -en la década del 90- de los helicópteros de ataque SH-32 Cougar, con excelentes capacidades atisubmarinas y sobre todo, dotados de una verdadera capacidad antisuperficie con sus misiles Exocet AM-39.

3. En cuanto a los aviones de ataque, su desarrollo a sido mucho más tardío que el de los helicópteros. Su origen se encuentra en los P-111 de finales de los 70, aunque su capacidad antisuperficie haya sido mínima. Es el proyecto de dotar al Falcon 200 con misiles Exocet lo que más se acercó a la idea de un verdadero avión de ataque naval, precedente que será importante por cuanto tal idea –dotar a un avión de exploración aeromarítima con misiles antisuperficie- se terminará concretando en la primera década del 2000 con la incorporación de los P-3 Orion y la adquisición de los misiles AGM-84 Harpoon Block II.

4. El A-36M Halcón: Este proyecto de la Fach de incorporar un avión de ataque naval con el A-36M, pesé a que no se concretó, no deja de ser un tema muy interesante ya que reveló la existencia de cierta pugna de competencias entre la Armada y la Fuerza Aérea, en una época en la que aún los militares ejercían el gobierno civil. Si se da valides a la información de la revista Flight, referente a que a mediados de 1987 la Fach ordenó veinte A-36M Halcón, implicaría, por una parte, que el proyecto fue un éxito, y también, la clara voluntad de asumir la función de ataque naval. En los foros se comenta que esto provocó un celo profesional de parte de la Armada por cuanto la Fach pretendia asumir una función que le era propia. Si bien no existe información del por qué la Fach canceló o se desistió del pedido formulado de veinte A-36M, así como tampoco existe información de la real oposición e ingerencia que tuvo la Armada en tal decisión, lo cierto es que la Armada negoció la compra de los AS332F1 Super Puma (Cougar) y los misiles AM-39 Exocet el año 1987, el mismo año en que la Fach ordenó su veintena de A-36M. Tal vez el proyecto de la Fach sirvió de presión para que la Armada incorporará misiles aire-superficie a su Aviación Naval, y una vez culminada la negociación de los Cougar se estimó que era innecesario que la Fach continuara con su proyecto.

Esta cuestión volvería a surgir el 2007 cuando se adquirieron los misiles aire-superficie AGM-84 Harpoon, ya que en un principio se especuló que serían para armar a los F-16 recientemente adquiridos por la Fach, pero luego se aclaró que la compra era de la Armada y que estaban destinados a armar a los P-3 Orion.

5. Si bien esta entrada esta dedicada a la Aviación Naval, merecen especial comentario los cruceros clase Brooklin Prat y O’Higgins por cuanto sus cubiertas vieron pasar tres generaciones de helicópteros navales. Como se señaló en el primer capítulo de esta serie, es en estos cruceros donde se embarcó por primera vez un helicóptero naval, el Bell 47-G, en el año 1954, luego en la década del 60 operaron con los Sikorsky al formarse con ellos el “Escuadrón Antisubmarino”, y ya a finales de los 70 recibirían en sus cubiertas a los Alouette III, por lo que en estos viejos cruceros se vivió parte importante de la historia de la Aviación Naval y su ala rotatoria embarcada.

6. Si ud. desea corregir, complementar o aportar con más información o material fotográfico a esta entrada, sólo hágamelo llegar mediante un comentario o al correo electrónico faroportalesyahoo.com, y con gusto haré las correcciones o adiciones que sean necesarias.

PRESENTACIÓN: Con las fotografías de esta entrada, así como otras no incluidas, además del resto de las fotografías de las otras partes en Faro Portales Flickr:

Fuentes principales:

- “75 años de la Aviación Naval de la Armada de Chile”, de Oscar Aranda Mora publicado en Revista de Marina.

- “Un albatros de 80 años”, de Claudio Cáceres Godoy y Alessandro Boca publicado en SIAL.

- “CASA/ENAER A-36 Halcón” escrito por Alessandro Bocca P., y subido al foro Loquo.

Material fotográfico mayoritario en “Fotos de Helicópteros y aviones” del foro Base Naval.

Entradas relacionadas:

- “Helicópteros y aviones de ataque en la Aviación Naval de Chile. Parte I”.

- “Helicópteros y aviones de ataque en la Aviación Naval de Chile. Parte III: El SH-32 Cougar”.

- "Helicópteros y aviones de ataque en la Aviación Naval de Chile. Parte IV: Del P-3ACH al C-295 Persuader".

Helicópteros y aviones de ataque en la Aviación Naval de Chile. Parte I (Blog Faro Portales)

Al pensar en el poder disuasivo de la Armada de Chile, lo primero que salta a la vista es la Escuadra Nacional, pero no se piensa inmediatamente en nuestra Aviación Naval. Considerando que actualmente se ha completado la renovación de las unidades de nuestra Escuadra con fragatas inglesas (Tipo 22 y 23) y Holandesas (Clase L y M ) dotadas de los más modernos sistemas de guerra antisuperficie, antiaérea y antisubmarina existentes en Latinoamérica, nuestra Aviación Naval resulta aún más opacada.

No obstante, la Aviación Naval de Chile tiene una larga e interesante historia que se remonta a la época de la I Guerra Mundial -siendo una de las primeras en Latinoamérica- en la que ha pasado por periodos altos y bajos. A pesar de que nunca se ha concretado la adquisición de un portaaviones y su correspondiente ala embarcada, que es la manifestación por excelencia del poder aeronaval, la Aviación Naval de Chile ha logrado paso a paso ir dotando a sus medios aeronavales de capacidad de ataque, la que se ha ido incrementando sostenidamente a partir de la década del 70, a tal punto que en un par de años, a pesar de aún no contar con un portaaviones, la Aviación Naval de Chile será un de las más importantes de Latinoamércia.

Esta entrada se divide en tres partes o capítulos que se publicaran sucesivamente. En la primera, se realizará una reseña histórica de la Aviación Naval chilena desde sus orígenes hasta la década del 50, en la segunda, se verán los helicópteros y aviones de ataque con que contó la Aviación Naval entre la década del 60 y del 80, y en la tercera, los de la década del 90 y primera del 2000 que son los que están actualmente en servicio.

I. ORÍGENES DE LA AVIACIÓN NAVAL DE CHILE

1. Primeros pilotos y aeronaves: La Aviación Naval de Chile fue una de las primeras en Latinoamérica. Sus inicios se remontan al Reglamento Administrativo de la Armada que estuvo en vigencia desde 1915 y que consideraba la existencia de un arma aeronaval y disponía que la Aviación Naval estuviera bajo el control de la Dirección de Artillería y Fortificaciones. El 26 de abril de 1916, se dio inicio al primer curso de aviadores navales en la recientemente creada Escuela de Aeronáutica Militar de El Bosque, en Santiago, titulándose el mismo año el primer marino como piloto, el Contador 3º Carlos Yánquez Cerda, graduándose también de este primer curso el Torpedista Luis Farías y el Guardiamarina Enrique de la Maza.

Foto de oficiales navales que recibieron instrucción en la Escuela Aeronáutica Militar tomada de la Revista de Marina.

En 1919 el Servicio de Aviación Naval da inicio a sus actividades de vuelo con la llegada de sus primeros aviones navales entregados por Inglaterra como compensación por la confiscación –a causa de la I Guerra Mundial- de varias unidades navales en construcción para Chile en dicho país, las que fueron entregadas a la Real Armada Británica. Chile recibió a título de compensación 50 aviones, de los cuales, una partida de 11 hidroaviones pasaron a conformar las primeras unidades de la Aviación Naval;

6 Short 184.

2 Sopwith Baby.

2 Avro 504.

1 bote volador biplano Felixtone F-2A.

(La página Web de la Armada señala que fueron 11, pero algunos autores indican que fueron 14 los aviones recibidos por la Armada).

El primer vuelo de un avión naval fue realizado por un hidroavión Sopwith Baby en el puerto de Talcahuano el día 03 de julio de 1919.

Perfil del Hidroavión Sopwith Baby N-2103 que protagonizó el primer vuelo en Talcahuano, elaborado por Juan Carlos Velasco y tomado del excelente blog sobre aviación chilena, "El Observador Aeronáutico".

El Avro 504 era un avión biplano fabricado en Gran Bretaña que comenzó a operar en 1913 siendo muy utilizado durante la I Guerra Mundial. Se lo empleaba como avión de entrenamiento. A la Aviación Naval llegaron dos de estos aviones pero no he encontrado mayor información ni fotografías de sus operaciones en nuestro país.

2. Primeras operaciones aeronavales: Las primeras operaciones aeronavales se llevaron a cabo en 1919 con un hidroavión Sopwith Baby que fue embarcado a bordo del Crucero Acorazado O’Higgins (3º) desde donde era izado y arriado con una pluma. El crucero O´Higgins había arribado a nuestro país en julio de 1898 proveniente de Inglaterra, donde nuestro país encargó su construcción, siendo retirado de servicio en 1933. Durante su larga vida operativa fue protagonista de algunos hechos históricos importante como el Abrazo del Estrecho en 1899, pero también fue protagonista de un hito muy relevante para nuestra Aviación Naval que no siempre se recuerda o destaca; en 1919, sobre su cubierta nació nuestra aviación naval embarcada con los Sopwith Baby, cuando esta actividad recién comenzaba. El primer portahidroaviones –antecesor de los actuales portaaviones- fue el buque francés Foude, que comenzó a operar en 1911 llevando a los hidroaviones en hangares bajo su cubierta principal desde donde eran depositados en el mar mediante grúas. A este buque le sucedió el crucero británico HMS Hermmes, convertido en portahidroaviones en 1913. En septiembre de 1914 el portahidroaviones japonés Wakamiya lanzó el primer raid aeronaval bombardeando objetivos terrestres. (Extractado de los “Portahidroaviones” de Wikkipedia).

Considerando lo anterior, resulta muy destacable que la Armada -a tan sólo ochos años de haber comenzado a operar el primer portahidroaviones- decidiera incursionar en este incipiente desarrollo de la aviación naval, y apenas contó con sus primeras aeronaves (1919) embarcó un hidroavión en el crucero O’Higgins, obteniendo con ello sus primeras experiencias en la operación de medios aeronavales embarcadas, que en la década del 30 continuaría desarrollando a bordo del legendario acorazado Almirante Latorre.

Foto del Crucero Acorazado O’Higgins 3º subida por Mighty_B a Base Naval. Lamentablemente no he encontrado fotografías del Sopwith Baby embarcado en este crucero.

3. Primera base aeronaval: En 1921, la Aviación Naval se instaló en la caleta Las Torpederas en Valparaíso, la que fue su primera base y desde la cuál se realizaron los primeros raid por nuestra costa. El 30 de agosto de 1921 tres hidroaviones Short 140 realizaron una operación sin precedentes para la época; volaron desde Valparaíso a Coquimbo para probar el material y participar en ejercicios con la Escuadra fondeada en aquel puerto. La operación no estuvo exenta de percances ya que de los tres hidroaviones que despegaron a las 08:30 hrs. de la base Las Torpederas, sólo uno llegó sin novedades a Coquimbo a las 13:30 hrs. de aquel día, ya que los otros dos tuvieron dificultades en su vuelo debido a la densa neblina que cubría la zona debiendo amarar cuando se les acabó el combustible, y sólo fueron encontrados en la madrugada del día siguiente por el cazatorpedero Almirante Uribe que había salido en su búsqueda. Los reabasteció de combustible y pudieron completar su viaje sin novedad. (Extracto del artículo “Histórica hazaña de hidroaviones” de Manuel Chamorro M.).

Fotografía del bote volador Felixtone F2A operando desde la Base Aeronaval Las Torpederas tomada de la Revista de Marina. El F2A, por sus dimensiones, no podía embarcarse en el crucero O'Higgins como los Sopwith Baby, por lo que operaba permanentemente desde la Base Las Torpederas. Era sacado de su hangar directamente al mar, desde donde despegaba.

Otra fotografía de la Base Las Torpederas y del bote volador Felixtone F2A, tomada desde el Portal de los Siete Mares.

II. NACIMIENTO INSTITUCIONAL Y PRIMERAS ADQUISICIONES:

1. A pesar de los avances y desarrollo alcanzado por la aviación naval a partir de 1916, recién el 16 de marzo de 1923 el Presidente de la República, don Arturo Alessandri Palma, firmó el Decreto Supremo Nº196 que regularizó las actividades de la Aviación Naval haciéndola depender y formar parte integrante de la Armada, ya que hasta ese entonces era controlada por la Inspección General de Aviación, siendo esta consolidación orgánica la que le permitió un mayor crecimiento y desarrollo a la Aviación Naval chilena, así como lograr algunos hitos importantes, como el primer salto en paracaídas sobre el mar en Sudamérica y varios vuelos de larga distancia sobre la costa nacional.

2. Dos años más tarde, en 1925, la Aviación Naval realiza sus primeras compras oficiales de material aeronaval, adquiriendo 18 aeronaves:

8 botes voladores Dornier Wall.

6 hidroaviones Avro 504-N.

4 hidroaviones Fairey III-F.

Con la llegada de este importante material, surgió la necesidad de contar con las instalaciones necesarias para su operación, por lo que el mismo año se inauguran las actividades en la nueva Base Aeronaval de Quintero.

Los Dornier Wall llegaron a nuestro país en tres partidas; la primera -de cuatro aparatos- llegó en agosto de 1926, otros dos llegaron a fines de ese año y los dos últimos, lo hicieron en 1928, pasando a integrar el 1º Grupo de Aviación Naval. Recibieron los números de matrícula del 10 al 18, y curiosamente, no se empleo el Nº13 por simple superstición. A estos aviones les tocó continuar la senda iniciada por los hidroaviones Short con su viaje de Valparaíso a Coquimbo, marcando nuevos hitos en la historia de la Aviación Naval de Chile; En febrero de 1927, tres Dornier Wall realizaron el primer vuelo de larga distancia entre Quintero y Talcahuano, y poco más tarde, realizaron una segunda travesía desde Quintero a Antofagasta. Estos vuelos de larga distancia serían el preludio de otro gran hito ocurrido el 29 de febrero de 1932 cuando los Dornier Wall Nº 15 y 17 realizaran el primer vuelo por instrumentos, sin ver la costa, desde Quintero hasta Puerto Montt. El viaje de ida incluyó una escala en Talcahuano, pero el de regreso –el 05 de marzo- se realizó sin escalas, completándose una distancia de 1.213 Km en 6 horas y 50 minutos.

Foto del bote volador Dornier Wall Nº16 perteneciente a la Armada tomada de la página web de la Fach.

Perfil del Dornier Wall Nº14 de la Armada tomado de Quinteroweb.

Los Avro 504-N eran una de las últimas versiones del avión de entrenamiento británico Avro 504 de cuya primera versión nuestra Aviación Naval recibió dos en 1919. En esta oportunidad se adquirieron cuatro Avro 504-N, siendo esta versión también empleada para el entrenamiento, con la diferencia que era biplaza. En este caso tampoco he encontrado información o fotografías de su operación en Chile.

Los Fairey III-F llegaron a Chile en 1927, asignándole la Armada los números de serie del 23 al 26. Pasaron a integrar el 2º Grupo de Aviación Naval y durante la década del 30 operaran embarcados en el acorazado Latorre y el buque madre de submarinos Araucano.

Foto de los Fairey III-F de la Armada tomada de Quinteroweb.

III. PERDIDA DE LA AVIACIÓN INSTITUCIONAL Y OPERACIONES DE HIDROAVIONES EMBARCADOS:

1. En 1930 el Presidente de la República don Carlos Ibáñez del Campo, terminó con la orgánica creada en 1923 mediante un Decreto con Fuerza de Ley por el que refundió los servicios de la Aviación Naval con los de la Aviación Militar -los que quedaron a cargo de una Subsecretaria de Aviación dependiente del Ministerio del Interior- para dar nacimiento a una nueva institución, la Fuerza Aérea Nacional, que posteriormente se denominó Fuerza Aérea de Chile, lo que implicó que la Armada debió traspasar todo su material de vuelo, personal e incluso la base de Quintero a la nueva institución, medida a la cuál se opuso infructuosamente ya que la privaba de tener un servicio aéreo institucional.

2. A pesar de que la Aviación Naval perdió su institucionalidad y la gran parte de su personal y material, es en este periodo cuando la Aviación Naval realiza actividades emblemáticas en el desarrollo del ala fija embarcada; operación de hidroaviones desde el acorazado Latorre y envío de oficiales a calificar como pilotos navales en EE.UU., por lo que pese al decreto de ibáñez, la Armada continuara desarrollando sus actividades aeronavales.

El Acorazado Almirante Latorre (1º) es sin lugar a dudas una de las unidades más emblemáticas que a poseído nuestra Armada. Luego de tomar parte en la I Guerra Mundial, el acorazado Latorre–de 32.960 toneladas de desplazamiento- fue incorporado a nuestra Escuadra en agosto de 1920 convirtiéndose en el acorazado más poderoso de Latinoamérica con sus imponentes diez cañones de 14". Sirvió hasta febrero de 1958, fecha en la cual fue dado de baja.

Foto del Acorazado Almirante Latorre subida por Super_Dreadnought a Base Naval.

Desde el crucero O’Higgins ya se operaba con hidroaviones embarcados –los Sopwith Baby- desde 1919, por lo que una vez incorporado el acorazado Latorre también se embarcaron algunos Sopwith Baby para realizar espoteo aéreo en ejercicios de tiro durante la década del 20, hasta que en la década del 30 la Aviación Naval chilena da otro paso importante.

En 1927, fruto de las primeras adquisiciones de la nueva institución, llegaron a nuestro país los hidroaviones Fairey III-F. El 19 de noviembre de 1928 se formó una comisión para la evaluación de las modernizaciones que requería el acorazado, comenzándose a realizar los trabajos el 25 de junio de 1929 en el astillero británico. Entre las modernizaciones realizadas, estaba la instalación de una catapulta en toldilla (popa) para el lanzamiento de hidroaviones. El Latorre zarpó de Inglaterra el 05 de marzo de 1931 arribando a nuestro país el 12 de abril del mismo año, iniciando nuestra Aviación Naval una nueva etapa en la operación de aeronaves embarcadas con los Fairey III-F lanzados por una catapulta desde la toldilla del acorazado, lo que representaba un claro avance respecto a la anterior experiencia con los Sopwith Baby, que requería ser desembarcados del buque desde donde operaban mediante una grúa para luego despegar desde el mar. Ahora, con la incorporación de este un nuevo adelanto -la catapulta de lanzamiento- nuestra Aviación Naval mejorara sus operaciones con hidroaviones embarcados, pero además, ésto revela una clara intención de la Armada de ir incorporando prontamente los avances que se van desarrollando en el campo de la aviación naval internacional.

Foto del acorzado Latorre en Valparaíso donde se aprecia claramente su catapulta de lanzamiento de hidroaviones. Subida por Migthy_B a Base Naval.

Foto del Fairey III-F, matrícula Nº3, suspendido en la grúa del Latorre -al parecer- para ser colocado en la catapulta. Subida por iboris al Foro Naval.

Foto del Fairey III-F Nº3 instalado en la catapulta del acorazado Latorre previo a su lanzamiento subida por Dicc93 al Foro Naval.

Foto del acorazado Latorre con un Fairey III-F, matrícula Nº2, en la catapulta entes de su lanzamiento, donde incluso alcanza a aparecer nuestra “estrella solitaria”. Subida por iboris al Foro Naval.

Foto que al parecer es una secuencia de la anterior en que aparece el mismo Fairey III-F Nº2 siendo catapultado del Latorre. Tomada de la página web de la Armada.

Foto de otro lanzamiento de un Fairey III-F desde el acorazado Latorre subida por Hans-Stuka al foro Solomaquetas.

Foto del acorazado Latorre sobrevolado por un hidroavión que se parece al Fairey III-F, pero me da la impresión que es otro modelo, ya que sus alas se ven más largas. De todas manera la incluyo ya que es una hermosa fotografía, de hecho se trata de una postal que extraje de la excelente página de filatelia chilena, Chilecollector.

3. El Acorazado Almirante Latorre no fue el único buque chileno que operó con hidroaviones embarcados, ya que según afirma el Capitán de Corbeta de la Marina de Guerra de Perú en su artículo “Portaaviones en las armadas de Sudamércia” publicado en la página web “Historia y Arqueología Marítima”, el Buque Madre de Submarinos “Araucano” también embarcaba un Fairey III-F. En internet hay muy poca información sobre esta embarcación y la página de la Armada no hace referencia a la operación con hidroaviones, indicando sólo algunos datos generales como que fue construido en Inglaterra en 1929 y arribó a Chile al año siguiente, siendo retirado de servicio en 1959. El único antecedente que he encontrado que corroboraría este hecho lo encontré en un foro -que no recuerdo cuál es- donde alguien subió una fotografía de la página de un libro en que aparecen los perfiles de algunos buques de nuestra Escuadra, entre ellos, el Araucano, y sale dibujado a popa con lo que parece ser una catapulta de lanzamiento de hidroaviones.

Foto del Buque Madre de Submarinos Araucano tomada de la página web de la Armada.

Ampliación de la página del libro en que aparece el perfil del Araucano y su posible plataforma de lanzamiento de hidroaviones a popa.

Resulta muy probable que Chile haya ordenado la construcción de este buque provisto de una catapulta de lanzamiento de hidroaviones, considerando que fue construido 1929, el mismo año en que el acorazado Latorre entró a los astilleros para sus modificaciones que incluían la instalación de una catapulta. Lamentablemente no he encontrado una información más precisa o una fotografía que confirme que el Araucano también operó con un Fairey III-F embarcado.

4. En aquella década del 30, la Armada siguió persistiendo en su intento de contar con una Aviación Naval orgánica, especialmente en 1931 y 1932, lo que lograría en 1939 cuando se crea nuevamente la especialidad de Aviación en la Armada, y en 1942, cuando se le asignan algunos aviones que había cedido EE.UU. a nuestro país. Chile recibió 15 unidades del hidroavión Vought OS2U-3 Kingfisher de los cuáles nueve venían destinados a la Fuerza Aérea y los seis restantes venían destinados a la Armada, los que arribaron a la Base Naval de Talcahuano desde donde operaron, pero debido a la carencia de personal especialista fueron traspasados a la Fuerza Aérea, primero operando con pilotos navales y luego definitiva y completamente. Aunque no lo podría afirmar, todo indica que estos aviones fueron los primeros a los que se les pinto un ancla en la cola como signo distintivo de nuestra Aviación Naval y que perdura hasta nuestros días.

No he encontrado una fotografía de los OS2U Kingfisher que operaron en la Aviación Naval, pero sí encontré esta fotografía de uno de estos hidroaviones que recibió la Fuerza Aérea en la página web de la Fach.

5. En 1945, de acuerdo a las experiencias obtenidas en la II Guerra Mundial, la Armada envió a diez oficiales para obtener el título de aviadores navales en la Armada de los EE.UU., estos pilotos navales llegaron a calificar y a operar aviones caza y torpederos a bordo del portaaviones USS Wright, sentándose las bases que impulsaron el renacimiento de la Aviación Naval en 1953.


IV. RESURGIMIENTO INSTITUCIONAL Y PRIMEROS HELICÓPTEROS:

1. El 04 de julio de 1953, durante el segundo periodo presidencial de don Carlos Ibáñez del Campo –30 años después de que dictara el Decreto que le significó a la Armada perder su aviación- firma el Decreto con Fuerza de Ley Nº149 con el fin de reactivar el Servicio de Aviación Naval mediante el cuál se autorizó a la Armada para adquirir helicópteros y aviones de transporte, limitando a éstos a uno por Zona Naval, disponiendo que éstos fueran operados y pilotados por personal naval. En virtud de este decreto, la Armada adquirió:

4 aviones de transporte Beechcraft D18S.

4 helicópteros Bell 47 G (UH-13).

A partir de este Decreto se comienza a consolidar definitivamente la Aviación Naval de Chile, lo que se logra –en el plano formal- con la promulgación del Decreto Supremo Nº235 de 1954 que aprobó el Reglamento Orgánico de la Armada, donde quedó establecida la calidad de Fuerza de Apoyo Operativa de la Aviación Naval y se autorizó a la Armada a adquirir los medios aéreos que fueran necesarios para el cumplimiento de su misión. Debido a la imposibilidad de recuperar su antigua Base de Quintero –traspasada a la Fuerza Aérea- la Aviación Naval se radica en la nueva Base Aeronaval El Belloto, en la que reanudará sus actividades.

2. Los Beechcraft D18S: El 27 de enero de 1954 en las instalaciones de la planta Beechcraft Corporation en Wichita, EE.UU se entregaron a la Armada tres aviones de transporte Beechcraft D18S que recibieron como matrícula los números 101, 102 y 103. En una operación sin precedentes en nuestra Aviación Naval, los pilotos navales chilenos que recibieron estas aeronaves las trajeron a nuestro país, debiendo para ello sobrevolar todo el centro y sur de Norteamérica, América Central y recorrer todos los países de la costa del Pacífico de Sudamércia, con un recorrido de 4.500 millas náuticas, convirtiéndose en el vuelo más largo que a la fecha había realizado la Aviación Naval. La primera ciudad chilena en la que aterrizaron estos aviones fue Arica, luego fue Antofagasta y finalmente llegaron al aeropuerto de Los Cerrillos en Santiago. El 21 de octubre de 1954 se desplazaron a su cede de operaciones en la Base Aeronaval El Belloto donde de inmediato comenzaron con sus operaciones como apoyo a las unidades de la Escuadra y de vigilancia aeromarítima. (Extractado del artículo “Aviones para la Aviación Naval” de don Manuel Chamorro M.).

Foto de los Beechcraft D18S y la dotación que los trajo a Chile tomada del artículo citado.

3. Bell 47-G, primer helicóptero embarcado: Como se señalo, en virtud del Decreto con Fuerza de Ley Nº149 de 1953 la Armada adquirió cuatro helicópteros Bell 47-G, los que fueron denominados por la Armada como SH-9, siendo los primeros helicópteros con que contó la Aviación Naval.

El 26 de enero de 1955, un helicóptero Bell 47-G, al mando del capitán de Corbeta Gastón Lagos Carretón, fue embarcado en el crucero Capitán Prat de la Escuadra Nacional con el objeto de acompañar al Presidente de la República Carlos Ibáñez del Campo en una gira por el norte del país que incluyó la visita a los puertos de Arica, Iquique y Antofagasta. Fue la primera vez que un helicóptero de la Aviación Naval se embarcó en una unidad perteneciente a la Escuadra. En dicha gira, se realizaron ejercicios demostrativos ante un entusiasta público que nunca había visto a un helicóptero despegando desde un buque.

El 27 de abril del mismo año se embarca -ya como dotación- un helicóptero Naval en la Escuadra operando desde los cruceros Capitán Prat y O’Higgins, donde realiza distintas maniobras como; avistamientos en alta mar, seguimiento de torpedos, señalizaciones de tiro, transporte y maniobras de salvataje, lo que marcó un verdadero hito en cuanto a operaciones aeronavales en Chile, convirtiéndose estos helicópteros en los ojos de la Escuadra en alta mar.

Foto de un Bell 47-G en el crucero Capitán Prat subido por Kako al foro War2hobby.

El 19 de enero de 1957 la Aviación Naval chilena marca otro importante hito al embarcar un helicóptero Bell 47-G en el transporte Angamos para operar con la flotilla antártica en vuelos de reconocimiento y transporte, siendo el primer aparato aeronaval en operar en dicha zona. Diez años más tarde, helicópteros de la Aviación Naval embarcados en el AP-45 Piloto Pardo protagonizaron dos emblemáticos y riesgosos rescates en la Isla Descepción ubicada en el Territorio Antártico Chileno en los años 1967 y 1968. (Texto extractado del artículo “Primer helicóptero embarcado”, escrito por don Manuel Chamorro M.).

Aunque no es de la mejor resolución, el artículo citado incluye esta fotografía en la que aparece operando un Bell 47-G sobre la cubierta del AP-45 Piloto Pardo.

No encontré ninguna fotografía del Bell 47-G en aquella expedición antártica en el transporte Angamos, pero sí unas fotografías de la comisión antártica de 1966 a la Base Arturo Prat, realizada en el mítico AP-45 Piloto Pardo, que en aquella expedición llevaba dos helicópteros embarcados. Aunque tengo dudas de si realmente se trata de un Bell 47-G.

COMENTARIOS FINALES:

1. Cuando revise las fuentes se dará cuenta que el texto de la entrada no tiene nada de original, he sacado algo de todas ellas, así como de diversos foros. La única finalidad de la entrada es agrupar y ordenar la información dispersa por la Web, dando a los hechos un orden cronológico para de ese modo tener una mejor perspectiva histórica de la evolución de la Aviación Naval, lo que se logra de mejor manera con el apoyo del material fotográfico incorporado, el que he extraído de diversos foros, pero principalmente del foro Base Naval.

2. Al repasar la historia de los orígenes de nuestra Aviación Naval sorprende lo visionario que fue nuestra Armada al comprender tempranamente -en los inicios de la aviación mundial- la importancia que significaría el contar con medios aéreos dentro de la institución. También resulta digno de destacar la perseverancia y porfía que mostró en su intención de contar con una Aviación Naval, que no decayó ni aun cuando debió ceder todos sus medios a los que hoy es la Fuerza Aérea en la década del 30, ya que un acto casi de rebeldía siguió con sus actividades aeronavales he incluso se dio maña de reabrir por su cuenta la especialidad de Aviación Naval. El segundo decreto de Ibáñez que a mediados del 50 que reactivó la Aviación Naval en la Armada no vino más que ha formalizar una actividad que la Armada, en realidad, nunca abandono.

3. Especial reflexión merece el truncado proyecto de incorporar un portaaviones a la Armada. La Armada fue pionera en Latinoamérica en embarcar aviones en las unidades de la Escuadra, lo hizo apenas recibió sus primeras aeronaves embarcando en 1919 un hidroavión Sopwith Baby en el Crucero Acorazado O’Higgins 3º, y no se detuvo ahí, en 1931 continuó con los hidroaviones Fairey III-F a bordo del Acorazado Almirante Latorre incorporando una catapulta de lanzamiento, y en 1945 envió oficiales a EE.UU para formarse como pilotos navales y operar desde un portaaviones. Pese a ser pionero en lo que hoy se conoce como ala fija embarcada, Chile nunca llegó a concretar su aspiración de contar con un portaaviones, al contrario de Brsil y Argentina, que sí lograrían incorporar portaaviones a sus Armadas en la segunda mitad de la década del 50.

4. Si ud. desea corregir, complementar o aportar con más información o material fotográfico esta entrada, sólo hágamelo llegar mediante correo electrónico a faroportales@yahoo.com. y con gusto hare las correcciones que sean necesarias.

Fuentes principales:

- “Aviación Naval. Antecedentes Históricos” de la página Web de la Armada de Chile.

- “75 años de la Aviación Naval de la Armada de Chile”, de Oscar Aranda Mora, publicado en Revista de Marina.

- “Un albatros de 80 años”, de Claudio Cáceres Godoy y Alessandro Boca, publicado en SIAL.

- “Aviones de ayer” de Base Aérea de Quintero de la página Quinteroweb.

- “Histórica hazaña de hidroaviones”, de Manuel Chamorro Moreno, publicado en el Portal de los Siete Mares.

- “Aviones para la Aviación Naval”, de Manuel Chamorro Moreno, publicado en el Portal de los Siete Mares.

- “Primer helicóptero embarcado”, de Manuel Chamorro Moreno, publicado en el Portal de los Siete Mares.

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